La asertividad es una habilidad social y
comunicativa que se encuentra en un término medio entre la pasividad y la
agresividad. A menudo es confundida erróneamente con esta última, puesto que la
asertividad implica hacer valer nuestra posición de manera firme y persistente.
Sin embargo, ser asertivo significa mucho más que dar nuestro punto de vista.
Cuando interactuamos con los demás muy habitualmente tendemos
a adoptar posturas agresivas o pasivas.

Expresarse de forma inapropiada suele
ser el resultado de falta de confianza en uno mismo. La asertividad, en cambio,
no se considera pasiva ni agresiva, sino que se trata de una conducta
equilibrada. Ser asertivos significa expresar pensamientos y sentimientos de
forma honesta, directa y correcta. Implica respetar los
pensamientos y creencias de otras personas, a la vez que se defienden los
propios.
Expresar adecuadamente los sentimientos y deseos requiere de
una importante habilidad personal e interpersonal. En nuestras
interacciones con otras personas, ya sea en casa, en el trabajo, con clientes o
colegas, la asertividad puede ayudarnos a expresarnos de forma clara,
abierta y razonable, sin menoscabar por ello a los demás.
La asertividad permite ser eficaz al momento de comunicarnos.
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